domingo, 6 de septiembre de 2009

De premio un carro

Roberto Benigni nos obsequia como director y protagonista La vida es bella. La moraleja final de que pague con su vida el premio del carro de combate para su hijo y el regalo para su esposa de conservar lo que más quiere deja un sabor triste y amargo de una realidad difícil de cambiar, la felicidad tiene un precio y casi nunca es plena.

El juego que propone Benigni tiene evidentes semejanzas en otro escenario al actual. La dictadura y el sometimiento de las gentes por las élites privilegiadas dominantes tienen demasiado en común y la cacharrería como premio final también. Curiosamente cambian los collares para seguir con los mismos perros. El juego de las apariencias persiguen al ser humano sin que pueda escapar a La Vida es Bella. Jugaremos pues.

También he visionado algunos capítulos de Cosmos de Carl Sagan ya de viaje por los confines de su Universo, entre dos deliciosas películas, una The Curious Case Of Benjamin Button y la otra recomendada por mi querida Belén, Still Walking (Caminando) japonesa subtitulada en español.

Las interpretaciones soberbias, el guión y decorados cuidados en ambos films, solo permiten invitar a recomendar su visionado y que cada cual obtenga sus conclusiones y calificación. La emoción está asegurada con poca sensibilidad y referencias que se disponga.

En otro orden Cosmos, dentro del mundo científico nos transporta en una nave galáctica por el espacio exterior. Ha sido emocionante recordar los diálogos e imágenes de Sagan por los confines del Cosmos desde el Big Bang hasta casi nuestros días.

Los 13 capítulos de entre 80 y 100 minutos de duración condensados de conocimiento, suponen casi un curso completo de perspectiva de la esencia y naturaleza de todo cuanto nos rodea inclusive el ser humano. También recomiendo el visionado, supone todo un acto de humildad de la insignificancia de cuanto somos, tenemos de conocimiento y sabiduría.

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