En este
post, creemos a bien darle un repaso, a
un tipo de componentes, que hoy en día se encuentran en casi todos los
alimentos envasados que podemos encontrar en un supermercado. De manera que la
mayor parte de los ciudadanos los consume en pequeñas cantidades a diario, que
precisamente por ser a diario, a largo plazo se convierten en grandes
cantidades acumuladas en el organismo.
Cuando
“buceas” en internet, buscando información sobre este tema; en determinadas
webs científicas, generalmente relacionadas con instituciones universitarias, 1 se plantea el debate en torno a
los beneficios de los conservantes frente a los riesgos de aplicar estos.
La
primera conclusión a sacar de este debate es el reconocimiento por toda la
comunidad científica de estos riesgos. Es decir, nadie con dos dedos de frente,
se atrevería hoy en día a negar los perjuicios de este tipo de productos.
Otra
conclusión es que cuando se habla de beneficios asociados a los conservantes,
siempre hacen referencia a la posibilidad de compatibilizar los sistemas de
distribución y comercialización de la “gran” industria alimentaria con la
conservación a largo plazo, con el fin de evitar los riesgos de intoxicaciones biológicas
alimentarias. Lo cual, nos permitiría adentrarnos en otro debate, aun más
importante si cabe, que es la viabilidad de un sistema de producción que obliga
a transportar y almacenar alimentos durante semanas o meses, antes de ser
consumidos.
Cada vez es más evidente, la insostenibilidad de este sistema, y las consecuencias que acarrean para el medio ambiente y el consumidor, (si es que ambos actores se pueden separar); entre las cuales se encuentra la obligación de tener que usar conservantes y los consecuentes perjuicios para la salud. Con lo que tenemos que las supuestas ventajas del uso de estos productos, suponen la defensa y el “apuntalamiento”, de un sistema insostenible a largo plazo.
Tal
vez a la ciudadanía, debería planteársele la obligación de elegir entre un
sistema más ecológico, con acceso local a los alimentos básicos, sin tener que
depender de la gran industria alimentaria, o el sistema actual que obliga a un
cada vez mayor procesado químico de estos alimentos y la consecuente
contaminación de los mismos.
Entre
los distintos conservantes y colorantes con efectos adversos para la salud, se
podría encontrar, el benzoato de sodio, acetato de amilo, butil aldehído, acido
fosfórico, tartrazina, amaranto o aspartamo.
2
Se
podría hablar de muchos más, pero creo que el estudio de estos es lo
suficientemente significativo como para hacernos una idea de la magnitud de
este problema.
Pueden
consultar estudios científicos al respecto sobre sustancias como el benzoato de sodio http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23134605
Parabenos,
que aunque solo se usan en productos de higiene y cosméticos, se ha comprobado
sus efectos sobre el organismo
o el
aspartamo, esta sustancia sola daría para varios posts. Porque a pesar de la
cantidad de estudios que pueden verificar su toxicidad, todavía es un
ingrediente legal en la mayor parte de países occidentales.
y
este ultimo en PDF, para poder descargar
Además
recomendamos la conferencia del Dr.
Felipe Hernández Ramos, diplomado en Nutrición Clínica y Dietética, con
Postgrados en Nutrición, Dietética y Dietoterapia en la Universidad de Navarra, Psicología
Básica en la Universidad Complutense de Madrid, y Gestión de Recursos Naturales
en Universidad Politécnica de Barcelona.
En este video expone los efectos nocivos tanto del uso de conservantes
como de los métodos químicos de procesamiento de muchos de los alimentos que
consume gran parte de la población diariamente.
FUENTES:
Jeromo Fernandez
Publicado por Juan Bernardo montejb
quisiera-montejb.blogspot.commontejbquisiera.wordpress.com Nosotros de Frente… La comunidad El País montejb
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