lunes, 15 de junio de 2009

Sin rumbo conocido…

Resulta cuanto menos irónico, que el presidente francés Sarkozy pida un nuevo orden mundial para no repetir los errores de un "capitalismo loco" en la Cumbre Mundial sobre Empleo, según publica El País con otras interesantes sin preferencia; de Joaquín Estefanía, “La crisis más larga e intensa, la joven población mayoritaria de Irán, de momento, solo toman las calles y El gobierno plantea una renta mensual de 400 € para los parados sin protección vinculada a programas de formación.

De la noticia de la renta mensual, para quienes están en la más absoluta miseria, seguro le supondrán un apaño significativo. Si viven en chabolas sin luz, bajo los puentes sin agua, en los parques y jardines o en los vacios cajeros de las ciudades, 400 euros, es dinero, pues no tienen que pagar luz, gas, agua, teléfono, seguro alguno de ningún bien, pues disfrutan de cuanto desperdicia la sociedad opulenta en la que sobra casi de todo. La mayoría de estos posibles beneficiarios fueron abandonados hace tiempo a su suerte y se necesitará algo más que 400 euros para que recuperen la dignidad como seres humanos que un día fueron.

Me gustaría invitar, a los agentes sociales, dirigentes y gobernantes a que demostraran que son capaces y pueden vivir dignamente como personas con cualquiera de las cantidades que propongan. Generalizar medidas las que sean, sin tener en cuenta las seguras diferencias de situación y cargas individuales y familiares de los afectados, puede suponer ahondar la discriminación de estas personas. Pero hay más, y qué pasa con los demás desatendidos que han sido víctimas del cruel sistema, que se ha llevado por delante los escasos bienes que tenían a fuerza de trabajo durante muchos años y se han quedado en la calle. Sin duda, es muy importante, vincular cualquier ayuda o renta a la participación en programas personalizados de actividades, ocupación y formación, previa evaluación de capacitación, aptitudes y preferencias, si bien entiendo, que lo esencial es, brindar una nueva oportunidad como personas dignas a los desafortunados de esta y anteriores crisis.

Nada nuevo bajo el sol, ayer, hoy y mañana. Sin rumbo conocido andamos y tal parece que se impone como modelo la incertidumbre.

De pronto, nos vamos dando de bruces unos contra otros que están delante, como en una caravana en la carretera en que un accidente produce otros en cadena creando un atasco fenomenal. La imprevisibilidad de nuestras acciones y las medidas de los gobernantes y dirigentes, los tienen atenazados sin saber, no ya cual puede ser el resultado de esta o aquella, sino que no hacer para que la situación a futuro no se agrave y desperdicien las mejores oportunidades.

Desde esta perspectiva, lo mejor sería emprender y actuar solucionando sobre las miles de pequeñas cuestiones e ir avanzando en el día a día hasta llegar a las situaciones más complejas que requieran de una mayor participación y armonización de acotres.

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