domingo, 26 de julio de 2009

Desencuentro en el diálogo social

Recomiendo, lean el articulo de Ignacio Sotelo, - El espejismo de un cambio de modelo productivo -, y el de Moisés Naím, - La Receta, publidos en El País, y que cada cual saque las conclusiones que sepa y pueda de asociación a la realidad.

Sin aire no podemos respirar, sin agua no existirían los seres vivos que conocemos, sin conocimiento e información, carreteras, puertos, vehículos y, sin todo lo demás, no existiría ni el progreso ni la civilización. Así pues, sin ingresos no hay consumo, sin consumo no hay producción, ni empleo y así seguido en orden preferencia y gusto de cada cual.

Cuando se decida por quienes corresponda, suprimir la tiranía y dictadura del dinero y se disponga del mismo libremente como bien universal de la humanidad, disponible sin restricción para todos los ciudadanos, como medio e instrumento de intercambio renovable y equitativo, entonces podremos empezar a salir de la crisis y casi de todos los problemas relacionados.

En el contexto actual de imprevisibilidad es difícil aplicar, reglas de negociación caducadas para solucionar y actuar en cualquier asunto que queramos tratar sobre ocupación, (en lugar de empleo), economía del estado y empresas, cargas sociales, modelo productivo, pensiones y cuanto sea necesario relacionar, indistinto como se está intentando diseñar en conjunto, casi globalmente por todos los afectados, aceptando que llevará tiempo.

El problema existente no es de capitalistas, empresarios, trabajadores, modelo productivo, falta o exceso de demanda y oferta, déficit o endeudamiento de los estados y así con todo lo relacionado, el verdadero y único problema es el drama humano diario, nosotros, todos los ciudadanos, en los que la inmensa mayoría hemos delegado en los gobernantes y dirigentes sociales nuestro precario día a día por desconocimiento y otros condicionantes.

Con la inteligencia del ser humano, el progreso y los medios alcanzados, se debería de aunar el conocimiento, eligiendo la mejor opción de cuanto se trate, sin exclusiones, sectarismos y privilegios egoístas. Así pueden los gobernantes y dirigentes sociales establecer acuerdos flexibles y adaptables en el tiempo según evolucionen los acontecimientos.


En términos informativos, más parece un guión preestablecido de los actores sociales cara a la audiencia de los ciudadanos que diferencias de fondo en los papeles a interpretar. Siga pues la función.

El progreso de la civilización ha sido posible gracias a la diversidad, elección y combinación de palabras, números y modelos en textos, fórmulas y diseños de utilidad. Actualmente, quien más rápido consigue la combinación en beneficio propio, mayor quebranto supone para los demás. Así, cuando hay que tratar una situación, por grave que sea, muy pocas cuestiones son esenciales y prioritarias. Las demás, sólo pueden ser importantes en cantidad, grado y orden que se quiera.

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