Puede ser discutible la efectividad de la publicidad encubierta, subliminar y otras técnicas asimilables, que atentan a la audiencia, ya sea por estar en situación atenta, descuidada o relajada.
En todo caso, cualquier forma de publicidad encubierta o asimilable puede ser asumible por la audiencia, siempre que se respete la falta de prevención y educación en los modos de atención, no sólo publicitarios, además en la catalogación de los contenidos de las series y películas.
En todo caso, cualquier forma de publicidad encubierta o asimilable puede ser asumible por la audiencia, siempre que se respete la falta de prevención y educación en los modos de atención, no sólo publicitarios, además en la catalogación de los contenidos de las series y películas.
El reportaje de El País, “Luz verde al anuncio que se cuela en el guión” - En plena crisis publicitaria, el emplazamiento de productos en series y películas se extiende - La nueva Ley Audiovisual admite por primera vez este tipo de promoción, antes el vacío legal
En general, se suele generar en la audiencia bastante confusión en diferenciar la realidad de la ficción en las series y películas. Muy rara vez, aparece alguna leyenda avisando de casos reales, o de mera casualidad con la realidad del guión de la serie o película.
Así en principio, respecto a la publicidad, en el inicio y final de cada programa, serie o película, debería de aparecer un aviso hablado y textual breve de inserción de contenido de publicidad en el transcurso y emisión del programa el que sea, parecido al aviso, - de consulte a su médico o farmacéutico- de la publicidad de los medicamentos. Con esta medida parece razonable y equilibrado el interés comercial con el respeto y derechos del espectador.
No obstante, debiera de estar bien claro al respecto, la normativa con los derechos del telespectador y la ley que se pretende.
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