Más pronto que tarde empezará la 2ª o 3ª ola de la crisis; necesidades financieras autonómicas y de los ayuntamientos, similar a como está sucediendo en EEUU y en otros países en los estados, regiones o cualquier otra definición similar, pero hay más.
Lo peor aún está por llegar, ahora se están empezando a destapar en España los productos financieros sofisticados que ni los que los vendían sabían o conocían mínimamente apoyando su venta en la ignorancia o el engaño disimulado, referenciando el producto a un seguro o a una garantía que cubría desviaciones de interés en el suelo o en el techo, los swap en los créditos hipotecarios; en Luxemburgo y otros países se están utilizando con inversores con falta de experiencia los News control monetary (que son otro dislate bancario) o en Hong Kong y otros países asiáticos los Ghing Syun que cuando empiecen a estallar en cascada y produzcan el efecto dominó y hagan ...boooommmm no va a quedar títere con cabeza de un solo ahorrador en el mundo.
Con razón el G-20 ha acordado mantener como mínimo durante un año las medidas de apoyo al sistema financiero y aquí también con razón el gobierno sabedor de lo que se avecina se pone al hilo para recaudar en parte las necesidades financieras pasadas sin que sepa ni tenga ni idea de cuáles van a ser las necesidades futuras a corto medio plazo cuando las comunidades, ayuntamientos, cajas de ahorro y los ciudadanos empiecen a llamar a las puertas del estado pidiendo auxilio por los desmanes del obsoleto sistema y la avaricia de unos pocos listos.
Casi todo el mundo hemos pecado de ingenuos e ignorantes, o quizás no, pues a lo mejor nos hemos creído listos y conocedores, sin serlo, de las altas finanzas que ni los que la crearon saben a dónde van a parar, salvo al precipicio en el que estamos y está por llegar.
Hemos creído en el sistema y modelo socio-económico, en los gobiernos, en las instituciones, en los bancos centrales y en el sistema financiero en general y nos han robado nuestro presente y futuro y el futuro de nuestros hijos, pues nunca ha existido modelo socio-económico ni sistema que mínimamente pudiera sostenerlo razonablemente con certeza y previsión.
Para salir de este profundo pozo sin fondo en el que estamos cayendo, se necesitará algo más que mucha buena voluntad, se necesitará recuperar el valor de lo esencial, el valor del ser humano por encima de las cosas creadas por el hombre.
http://lacomunidad.elpais.com/montejb/posts
Lo peor aún está por llegar, ahora se están empezando a destapar en España los productos financieros sofisticados que ni los que los vendían sabían o conocían mínimamente apoyando su venta en la ignorancia o el engaño disimulado, referenciando el producto a un seguro o a una garantía que cubría desviaciones de interés en el suelo o en el techo, los swap en los créditos hipotecarios; en Luxemburgo y otros países se están utilizando con inversores con falta de experiencia los News control monetary (que son otro dislate bancario) o en Hong Kong y otros países asiáticos los Ghing Syun que cuando empiecen a estallar en cascada y produzcan el efecto dominó y hagan ...boooommmm no va a quedar títere con cabeza de un solo ahorrador en el mundo.
Con razón el G-20 ha acordado mantener como mínimo durante un año las medidas de apoyo al sistema financiero y aquí también con razón el gobierno sabedor de lo que se avecina se pone al hilo para recaudar en parte las necesidades financieras pasadas sin que sepa ni tenga ni idea de cuáles van a ser las necesidades futuras a corto medio plazo cuando las comunidades, ayuntamientos, cajas de ahorro y los ciudadanos empiecen a llamar a las puertas del estado pidiendo auxilio por los desmanes del obsoleto sistema y la avaricia de unos pocos listos.
Casi todo el mundo hemos pecado de ingenuos e ignorantes, o quizás no, pues a lo mejor nos hemos creído listos y conocedores, sin serlo, de las altas finanzas que ni los que la crearon saben a dónde van a parar, salvo al precipicio en el que estamos y está por llegar.
Hemos creído en el sistema y modelo socio-económico, en los gobiernos, en las instituciones, en los bancos centrales y en el sistema financiero en general y nos han robado nuestro presente y futuro y el futuro de nuestros hijos, pues nunca ha existido modelo socio-económico ni sistema que mínimamente pudiera sostenerlo razonablemente con certeza y previsión.
Para salir de este profundo pozo sin fondo en el que estamos cayendo, se necesitará algo más que mucha buena voluntad, se necesitará recuperar el valor de lo esencial, el valor del ser humano por encima de las cosas creadas por el hombre.
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